Cámaras: principal medida de seguridad
La seguridad es una de las principales preocupaciones de los madrileños durante el periodo vacacional. La plataforma web Madridiario apunta a la instalación de cámaras de vigilancia como la medida de seguridad más recurrente. Esto se debe a que en la capital, los robos con fuerza en domicilios han aumentado. Según datos del Ministerio del Interior, se produjeron 16.342 robos en el primer semestre del año. Se estima que la tasa será mayor en el segundo debido a las vacaciones. Las cámaras de videovigilancia actúan entonces como elemento disuasorio. Además, en caso de que se cometa el delito, aportarían pruebas para cazar a los ladrones. Ofrecen seguridad a un precio muy económico. Por ello, cada vez son más los madrileños que optan por un CCTV en su hogar, empresa o negocio.
Estadísticas de robos en la capital
En el primer semestre del 2016 las cifras de robos con fuerza en viviendas han aumentado. Concretamente han ascendido un 4’6% en la Comunidad de Madrid, descendiendo los que conllevan intimidación y violencia en un 0’1%. Siendo más precisa la información, se cometieron 16.342 robos en total, 333 más que en el mismo periodo del 2015. En un espectro de gravedad menor, también se ha producido un alza del número de hurtos de un 3’3%. Toda esta información, proporcionada por el Ministerio del Interior, refleja una tendencia e alza de este tipo de delincuencia. Por ello, particulares, empresas y pequeños comercios apuestan por instalar cámaras de seguridad. El Registro de Ficheros de la Agencia Nacional de Protección de Datos informa sobre este hecho. Acorde con este organismo, el número de ficheros de titularidad privada crece cada vez más. Ha alcanzado los 647.124 en total en el mes de julio.
Núcleos urbanos, objetivo primordial
En la Comunidad de Madrid, ha aumentado el número de robos con fuerza en casi todas las zonas ultrapobladas.
Núcleos urbanos de gran envergadura, como Alcorcón, Pozuelo, Parla o Móstoles se encuentran entre los principales objetivos de los ladrones. En el centro de la capital se ha incrementado en un 31’5% igualmente. Pero los lugares preferidos por estos delincuentes son los barrios nuevos de la periferia. Al tratarse de zonas tranquilas y bien comunicadas, les permite huir rápidamente y sin dejar apenas rastro. Por ello, la seguridad activa es la alternativa más frecuente. El elemento de videovigilancia es frecuente en negocios y viviendas. Los barrios residenciales están plagados de cámaras que apuntan dentro y fuera de las urbanizaciones. La tecnología permite visualizar las imágenes en directo desde cualquier dispositivo electrónico con acceso a Internet. Portátiles, tablets o smarthphones actúan de centralita, e incluso el propietario puede alertar a las autoridades.
Necesidad de cámaras de seguridad
La principal razón es, obviamente, la crisis económica. Las circunstancias obligan a más de uno a delinquir para poder subsistir. Pero encontramos un sector que no es movido por la necesidad. Éste siempre ha existido, pero el problema se complica a raíz de la sobreexposición en Internet. Las redes sociales se han convertido en un completo escaparate. Fotos de vacaciones, comentarios sobre salidas o planes de fin de semana, hábitos de rutina y horarios… Son algunos de los datos que ofrecemos gratuitamente al que esté mirando. Y ese alguien puede ser un ladrón. La codicia o simplemente el afán por delinquir hace que las publicaciones sean tomadas como invitaciones al robo.
Instalar sin autorización
Actualmente, a raíz de la llamada Ley Omnibus, la Ley de Seguridad se ha visto modificada. Particulares y empresas pueden instalar un sistema de seguridad sin autorización previa. Eso sí, deben cumplir un único requisito: no deben estar conectados a un centro de control. Esto se debe a la Ley de Protección de Datos. Cualquiera puede comprar un sistema CCTV, circuito cerrado de televisión, para la seguridad de su hogar o negocio. La Ley Omnibus ha liberado el sector, lo que ha abaratado los precios. Hacerse con un sistema de vigilancia por cámaras es fácil y económico hoy en día. Aunque se debe colocar un cartel homologado para informar de la videovigilancia, preservando los derechos de los posibles afectados.